¿Qué podría hacer un poeta arruinado para pagar la deuda que tiene con su peluquera? Pues seguramente quedarse a barrer pelos todos los días hasta saldarla. Sin embargo, a nuestro protagonista se le ocurre algo más afín a su pasión: inventar un tratamiento único en el mundo, los Tintes Poéticos.
Tras convencer a sus compañeros de salón, transforma la peluquería en una Poetería, un atelier de belleza donde no solo se cuide la belleza exterior sino también la interior.
Catorce personas del público son atendidas con tratamientos personalizados según su estado anímico o sus intereses. Nuestros poeteros/as saben que sentirse acompañado y reconocerse en historias de otros -revistas del corazón aparte- es uno de los mejores tratamientos para el ser humano.
Los Tintes están elaborados con poesía contemporánea sin amoníacos. Una vez te los pongas, estamos seguros de que pedirás cita todos los meses para recibir tu tratamiento poético.